INGREDIENTES:
- 1 cebolla
- 4 tomates
- 1 dientes de ajo
- 2 cucharadas de aceite
- 1 pizca de bicarbonato
- 1pizca de sal
PREPARACIÓN:
Primero pelaremos los tomates de la siguientes manera, ponemos una cazuela con agua al fuego y tendremos otra al lado con agua fría.
Cuando el agua rompa a hervir, introducimos los tomates a escaldar, unos segundos, luego los sacamos y metemos en el agua fría, así la piel saldrá mejor
.
Si los tomates son de ensalada que tienen mucha agua, los estrujaremos bastante para retirar la mayor parte de su agua.
En una sartén ponemos el aceite, la cebolla y el ajo bien picados, cuando comiencen a dorarse, añadimos el tomate y el bicarbonato, en un principio hará algo de espuma, no os preocupéis, dejarlo, está quitando el acido del tomate, añadimos bicarbonato en lugar de azúcar, hace muchos años oí a un cocinero decir “ No eche azúcar al tomate, es como echar sal al chocolate” y comentó que una pizquita de bicarbonato retira todo el acido y la verdad es que el tomate queda estupendo.
Sabremos que el tomate está hecho cuando el aceite aflora a la superficie, con un color rojizo.
Pasamos por un pasapurés, no por la batidora, desharía las pepitas.